Por eso, solo hacemos lo que tiene valor para el cliente.
Quien define lo que es calidad en nuestras entregas es la persona que recibe el resultado de nuestro trabajo.
Así, debemos considerar siempre los deseos y necesidades de nuestro cliente, ya sea él el paciente, un socio, un órgano regulador o un área interna.
Sin el cliente, no hay razón de ser. Es él quien hace nuestro éxito.